Ya hace días que no me paso por acá y no lo hago porque me falten ganas, sino tiempo. He estado en líos laborales y mi tiempo escasea tremendamente, el tiempo en que tengo que salir de viaje se hace cada vez más y más corto y mi entero ser, está a punto de explotar de presión.
Tengo dos semanas de no estar en mi casa como se debe, pasé un fin de semana diminuto tratando de acomodar mi cuarto y ese fué el mismo fin de semana que vine a dejar rabia y encontrar paz solo un instante después. Regresé a trabajar y enfrentarme al mundo de detalles inconclusos y me encontré con otro mundo más grande de otros detalles sin empezar.
Hoy es mi cumpleaños y esperé pasarla en la compañía de O, pero que va...todo lo que uno planea se vuelve agua si las fuerzas del Universo dictan una cosa distinta y yo eso lo aprendí hace años, así que en cuanto empecé a notar que todo iba en mi contra, me dejé llevar.
Todo empezó hace unos tres meses, cuando planeamos en grupo ir al concierto de Madonna a New York, los sueños de cualquier loca juntos en una fecha tan importante como la de mi cumpleaños. La cosa empezó mal desde ese mismo día. Por distintas razones que no viene al caso comentar, ayer se fueron mis amigos a Nueva York y O y yo nos quedamos botados acá, pero bueno...fue como las crónicas de una muerte anunciada, la muerte del viaje a NY.
Y es que se lo dijimos a la loca, miles de veces. Que te va a dejar plantado, que tonto que sos que no aprendés, pero que va. No hizo caso y al final, los sacrificados fuimos nosotros, como eramos dos, se complicaba encajar las entradas y los tiquetes.
Hoy, luego de tres meses nos dimos cuenta que igual lo plantó. La loca es siempre la misma. Planeamos un paseo y terminó yendo solo, como yo hoy, que estoy acá solo, celebrando mi cumpleaños, pensando que la iba a pasar en la ciudad que nunca duerme y viendo el concierto de Madonna.
Ya sabés lo que dicen: Uno pone y Dios dispone.
Por eso hoy, me la paso de maravilla. Celebrando conmigo mismo y quizás, me escape a beber una cervecita al mismo lugar de siempre, al único por supuesto!
Tengo dos semanas de no estar en mi casa como se debe, pasé un fin de semana diminuto tratando de acomodar mi cuarto y ese fué el mismo fin de semana que vine a dejar rabia y encontrar paz solo un instante después. Regresé a trabajar y enfrentarme al mundo de detalles inconclusos y me encontré con otro mundo más grande de otros detalles sin empezar.
Hoy es mi cumpleaños y esperé pasarla en la compañía de O, pero que va...todo lo que uno planea se vuelve agua si las fuerzas del Universo dictan una cosa distinta y yo eso lo aprendí hace años, así que en cuanto empecé a notar que todo iba en mi contra, me dejé llevar.
Todo empezó hace unos tres meses, cuando planeamos en grupo ir al concierto de Madonna a New York, los sueños de cualquier loca juntos en una fecha tan importante como la de mi cumpleaños. La cosa empezó mal desde ese mismo día. Por distintas razones que no viene al caso comentar, ayer se fueron mis amigos a Nueva York y O y yo nos quedamos botados acá, pero bueno...fue como las crónicas de una muerte anunciada, la muerte del viaje a NY.
Y es que se lo dijimos a la loca, miles de veces. Que te va a dejar plantado, que tonto que sos que no aprendés, pero que va. No hizo caso y al final, los sacrificados fuimos nosotros, como eramos dos, se complicaba encajar las entradas y los tiquetes.
Hoy, luego de tres meses nos dimos cuenta que igual lo plantó. La loca es siempre la misma. Planeamos un paseo y terminó yendo solo, como yo hoy, que estoy acá solo, celebrando mi cumpleaños, pensando que la iba a pasar en la ciudad que nunca duerme y viendo el concierto de Madonna.
Ya sabés lo que dicen: Uno pone y Dios dispone.
Por eso hoy, me la paso de maravilla. Celebrando conmigo mismo y quizás, me escape a beber una cervecita al mismo lugar de siempre, al único por supuesto!
2 comentarios:
Yo me la tomo contigo y un gin tonic
Felicidades guapo
Bueno aunque sea con retraso ¡¡¡Felicidades!!!, y desde luego es muy extraño que los planes salgan como uno los plantea, a veces lo mejor es no hacerlos.
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