sábado, 24 de noviembre de 2007

Misión cumplida


He quedado desbocado con todo lo que vi. Llegué en punto a mi cita, mi nuevo amigo me esperaba en el lugar acordado. Llegué a la plazoleta tratando de parecer del lugar, no miré mucho hacia ningún lado y me detuve con gracia y honra. Mucha gente la que había y la sensación fue exacta a la que te da, cuando llegás solo a un bar o una disco, cuando apenas hay unos pocos todavía. La gente te mira de arriba a abajo y te analiza, algunos comentan y otros hacen algunas medidas visuales que más bien parecen gráficas. Aquella plaza de iglesia no parecia eso, sino un bar gay a plena luz del dia y al aire libre.


Ya me parecía extraño a mi que me citara con tanta propiedad en ese lugar, sobre todo sabiendo que el lugar no era muy abierto a nuestra comunidad. Que equivocado que estaba! Muchos hombres de muchos tipos pero en un lugar poco "turísitco" por decirlo de alguna manera. El caso es que estaba totalmente desprotegido. Miradas, muchas, sin saber cual era mi nuevo amigo y sin ganas de sacar mi celular para hacer la llamada. Me atreví, hice la llamada. Al otro lado una voz risueña contestó. -No puede ser tanta suerte la mía- dijo.


-Y eso a que se refiere, pregunté.


-Pues que te vi llegar y me dije: Uff, no creo que sea ese muñeco que viene ahi! o será?. Respondió.


No supe que decir, pero miré en todas direcciones tratando de localizar uno más con celular, pero no logré descubrirlo hasta que me dijo: -Voltea.


Ok, la impresión no fue tan buena, pero mi misión no era esa, sino informarme. Así que puse mi mejor cara y me presenté, con mi nombre de batalla, por supuesto.


-Que se hace en esta ciudad, contame. Dije.


-Mucho, de todo. Que querés hacer vos? Respondió.


Caminamos y hablamos de nosotros, de que hacía acá y de que hacía él. Cuando llegué y cuando me voy. Mi primera vez acá? Planes, ubicación, edad, pareja, gustos y miles de preguntas más venían sin control, todas atacándome como queriendo descubrir cosas que no quería dejar al descubierto.


Enseñame. Decime donde puedo ir más tarde si es que decido salir después del día que he tenido. Y por supuesto, que agradecido que estoy con vos por el detalle de ayudar a un viajero en tu país, no tengo como pagarte y todas esas cosas que se dicen. En realidad estaba agradecido, mucho, no siempre te ayudan de esa manera en un país extraño y casi violento. Riesgo el mio, pensé.


Me llevó a caminar por la ciudad, a enseñarme los lugares que podia visitar. Verlos de día te da una mejor impresión del lugar al que te vas a meter de noche, pero sobre todo, del lugar del que vas a salir de madrugada. Preguntas y aclaraciones no faltaron, pero la misión se cumplía a la perfección. Ahora tengo un panorama claro de lo que haré más tarde y una visión distinta del lugar en donde estoy.


-Bueno, ha sido de gran ayuda. No tengo palabras para agradecerte el detalle que has tenido conmigo. Dije.


-Esperate. No te vas todavía o si?


-Pues es que aún tengo cosas que hacer.


-Nada, tenés que venir conmigo a ver otros sitios de interés. Respondió.


-Acepté tímidamente.


Aca hay un pequeño centro comercial donde van locas a pescar, me llevó, entramos y subimos unas escaleras. Se dice del lugar que es el plumero del lugar. Todo el mundo lo sabe, pero nadie dice nada. Girás en un sentido establecido por algún criterio local y de frente te topás a otros que giran en sentido contrario. Miradas, insinuaciones, coqueteos, comentarios y demás son visibles, claros, descarados.


Te saludan y te hablan, se tocan tratando de provocar y se sientan en alguna banca esperando por vos. -Una lástima que la mayoría sea putitos de mala onda que solo quieren robarte tu billetera, me dijo mi guía. -Además de locas horrendas, ladronas. Continuó. -Pero esto tenías que verlo, de acá no te podías ir sin mirar lo que pasa en submundo.


Salimos, yo con los ojos desorbitados y mis manos en los bolsillos sin mirar hacia ningún lado más. Luego me llevó a otro más, uno más pequeño, pero más discreto; con rinconcitos para entrar a las tiendas diminutas. En cada esquina, un paciente esperando que le ligués.


Y por la calle, en las esquinas se agrupan chavos de no muy buena imagen, con los pantalones apretados exhibiendo sus muy pronunciadas partes que esconden, según se dice, sus muy famosos garrotes queriendo salir de la ropa interior. Por que he de decirte estos lugareños y unos vecinos suyos, ocupan unos de los más prestiguiosos lugares en tamaño de verga en la región de la que soy.


-Ahora si me voy, tengo que irme a terminar. Le dije.


-Claro, solo te faltó un lugar más, pero a ese me da pena llevarte, así que estás libre para ver si me llamás más tarde para que te acompañe.


-Uno más? dije. Me ganó el instinto explorador nuevamente. - Cual?


-Es que este si que me da pena, es un poco patético y no quiero que te llevés una mala idea de la gente de acá.


-Nada, dale....decime cual al menos, donde es?.


-La iglesia.


- LA IGLESIA? por la iglesia, querrás decir. Dije sin disimular mi asombro.


-No, no...la iglesia, dentro de la iglesia, contestó.


-No te creo, no te puedo creer que eso sea cierto. Mi incredulidad pudo más conmigo y me atreví a entrar para asegurarme de que me estaba mintiendo.


Entramos, haciendo los honores de mi parte y de pronto me vi totalmente solo. Mi acompañante desapareció y yo no tuve más remedio que sentarme a meditar enlo que estaba haciendo. Aquello era el colmo del irrespeto, pero igual tal vez me había jugado una broma. Me senté tratando de disimular mi presencia y un par de minutos después, fué totalmente acechado por los cuatro costados. En la banca de enfrente, atrás y por cada lado. Cuatro tipos se sentaron tratando de ganar una batalla entre ellos acercándose cada vez más. Empecé a sentir escalorfríos y totalmente mareado de descubrir que era cierto lo que me decía mi guía.


Me levanté, corri hacia afuera. Bajé las escaleras y tomé un taxi de regreso al hotel. No estoy seguro si sea buena idea salir esta noche, pero lo medito. Trato de decidir si esta vez, mi sentido explorador me ganará.

Foraneas vidas gay


Hace mucho no paso por acá a dejar algo mio. No tenía mucha inspiración últimamente y mi mente ha estado bastante ocupada en ordenar mi vida. Empecé en este mundo bloggero por casualidad y quise separar mi vida por gustos, monté un blog para mi vida, uno para mi interior y uno más para mi morbo, finalmente no resultó lo que quería y decidí concentrarme en uno solo. Ahora no parece estar funcionando tampoco, así que trataré de regresar a mi punto de partida.


Empezaré contándoles que un viaje inesperado me hizo regresar por acá a visitarlos. Hace escasos unos 8 días me avisaron de trabajo que debía viajar por media semana, así de improviso no es bonito hacer maletas y preparar un escenario como los que se deben hacer por el tipo de trabajo que tengo, pero no pude hacer nada más que apechugar.


Llegué ayer a un hermano país mío, al que no mencionaré por ahora, por temor a regaños. El caso es que llegué sin muchas expectativas, a decir verdad, ninguna. Vine a cumplir mi trabajo y partir nuevamente a mi casa, lo más rápido que pueda. Hoy estuve poniendo las cosas en orden y sin saberlo tuve mucho más tiempo libre del que pensé, así que decidí hacer lo que cualquiera de nosotros haría en un país distinto a nuestro....comprar!


Me alisté y salí al Mall más cercano a ver ventanas y ver de qué me antojaba, para mi sopresa real, vi más hombres lindos que ventanas, no tenía idea de la cantidad de hombres guapos que se pueden ver en este lugar. Maravilloso! y esto, claro, ha despertado mi instinto de explorador y he decidido salir a las calles a medir ganado. Regresé al hotel con unas cuantas bolsas con cosillasa bonitas y las tiré, me dediqué en mi personal a hacer un searching indagatorio de los lugar que podría visitar hoy por la noche, pero no encontré nada más que sustos. Comentarios de como el mismísimo gobierno a declarado una gerra a la comunidad gay y ha cerrado sitios, bares y ha amenazado propietarios de bares si dejan entrar a homosexuales. Vaya! Creí que mi idea de salir se esfumaba, pues nada podía encontrar. Acusaciones sobre abuso de autoridad, derechos humanos de libertad de congregarse pisoteados. Todos deben guardar decoro y no salir a buscar hombres, esto, por supuesto, si sos hombre. No me detuve mucho a ver la situación femenina, pero imagino que anda parecida.


Durante la mañana que estuve de compras, traté de ver algun amigo medio descontrolado con su forma para preguntarle que se hace en esta ciudad, pero nadie te mira, nadie habla y no dan pie a "pelotear".


Decidí cambiar nuevamente el método y recurrir a las viejas tácticas de cacería. Así que esta vez volví al hotel a cambiar mi indumentaria. Algo que me permitiera no pasar desapercibido, algo que me hiciera notar, decidí dejar el modelito despreocupado de verano y cambiarlo por algo más agresivo que explotara mis encantos y regresé al Mall, nunca falla, al menos no me ha fallado nunca cuando estoy de visita en algún lugar, sin guia gay y con ganas de salir. Los Malls son siempre una casa de visita de nosotros y unas cuantas miradas de un extranjero pueden resultar en información necesaria para la fiesta de la noche. Tampoco, no resultó como esperaba, es decir, miradas si, muchas, muchisimas miradas pero tímidas, temerosas y ninguna lo suficientemente abierta como para preguntar.


Un café internet y buscar un chat de la ciudad fue mi nueva táctica. Perfecto, unos diez minutos después tenía mi guía personal. A riesgo de comprometerme insistí en ir yo mismo al lugar de la cita, con ello pondría claro que igual podría regresar solito. Ahora mismo voy para all, así que les contaré que ocurre luego que regrese.


Deseenme suerte!