torcedura - twist

Lo conocen? hace meses ya, desde que pasó.

Las noches de primavera en Miami son maravillosas, se siente la brisa rozar tu cara y por alguna razón, todos son exageradamente lindos. Imagino que tiene que ver con las ancias de ver gente nueva y la aglomeración de Spring Brake con los más hermosos hombres en un solo lugar y a una misma hora. Lamentablemente, no todos con las mismas intenciones, pero si una gran mayoría.

Me tocó por trabajo viajar a Miami en épocas de primavera; muy apropiadas las fechas que golpeaban con el Spring Brake, marzo! Ocupado, muy ocupado, pero como siempre, mi caballo de batalla me permite mantener una poca de energía para proceder de acuerdo con los estándares de cualquiera de nosotros en ciudad ajena, aunque sea por una noche.

Era viernes por la tarde y yo a punto de terminar mi labor de la semana, ahora sin presiones podía dejar que mi instinto de explorador, me llevara por ahí. South Beach, por supuesto!

Una cena al aire libre, sentado para saborear una deliciosa pasta que me permitiera entretenerme mientra miraba de reojo a cada uno de los turistas que paseaban por el boulevard. Por supuesto un postre de chocolate para rematar y dejar volar mi imaginación, entonar mi energía con el ambiente y dejarme atrapar por las vibraciones especiales de ese lugar especial.

Primero a Score, show incluido en el bar de la entrada, hicieron del inicio de mi jornada tan amena que recuperé más energía de la que esperaba tener. Seguido al segundo piso, ordenar una cerveza y ponerme al corriente de la "fauna" del lugar. Media cerveza después, tenía que ir al baño, es fundamental conocer los baños de los bares y las discos, pues hay mucha información particularmente interesante y necesaria para el resto de la noche.

Había cola o fila o linea, para el caso, tenía que esperar, pero no importaba, ninguna prisa tenía y mucho menos al estar rodeado de lindos chichos que te miran con descarada coquetería. Una sonrisa y un desvío de miradas por acá y luego por allá, no conviene lanzar la cuerda tan temprano, no...pero preparar el terreno es apenas lógico y absolutamente necesario y de rigor.

Vaya, si es lanzado el carajillo, que luego de dos miradas despistadas, se ha querido llevar con él mi paquete! como si fuera de plástico digo yo, que va...se queda acá conmigo, que lo traje a ver y a pasear solamente.

Mejor ordeno otra cerveza y me preparo para cambiar de posición y buscar otro lugar estratégico que ya no me gustó el acercamiento tan extraño de este tipo.

Luego de una hora, decido ir a buscar otro lugar, no recuerdo el nombre, pero es mucho más tranquilo y despistado, aunque por acá no hace falta despistar, todo es absolutamente aceptado.

No espero mucho, me aburre el lugar, demasiada tranquilidad. Un paseo por las calles bulliciosas y me encuentro con un grupo músculos que me hipnotizan, mi mirada los sigue y veo que entran por una puerta negra. Los sigo y me pierdo en la oscuridad de un lugar lleno de escaleras y laberintos extraños, al menos de primera impresión.

Un poco frío el aire, pero no me importa, continúo hasta el final y llego a un bar donde sendos stripers hacen su trabajo. Me detengo y espero analizar información visual que me permita analilzar el espacio y tomar decisiones prudentes.

Unas escaleras y las tomo, otro ambiente y mucha gente, mucha más. Un pista de baile acaso? muy oscura para mi gusto, pero me acerco. Nadie baila con nadie, pero todos bailan. Me animo y entro para aprovechar la música que me gusta (house). Sin planearlo, pronto estoy muy dentro, en la pista y todos me empujan y se acercan y me tocan y finalmente entiendo la dinámica del lugar. Entre tanta gente y entre tanto ruido y con tan poca luz, es aquello apropiado para rozar con despiste o con descaro, un brazo, una pierna; quizá querás arriesgar un poco más y tomar la libertad de coger un paquete o una nalga, da igual, todos se dejan. Es oscuro!

Amo la oscuridad!