Mi primo

Una cámara es una cámara y es inocente hasta que se compruebe lo contrario.

La maravilla de la tecnología de hoy en día es que te permite conocer gente a distancias inimaginables. Vivo lejos de una gran parte de mi familia por razones de un destino manejado por manos ajenas.

Mis padres recién se sumaron a la maravilla de la tecnología y se han conectado prácticamente con todos sus hermanos, primos y demás familiares que viven en otras latitudes, su felicidad está en la cima y es tanta, que no se han conformado con estar conectados con todos, sino que nos han "obligado" a hacerlo también.

Entonces, aquellos compromisos familiares de los que tantos me he logrado evadir durante mi vida, han terminado ahora porque prácticamente me obligaron a visitar virtualmente a mis tias y tios, conocer a primos y primas que nunca antes ví y por supuesto, establecer relaciones con todos ellos, sin excepción.

A estas, debo confesar que me ha dado pereza hacerlo, hasta que mis ojos casi salieron de sus órbitas cuando vieron a uno de mis primos. Ya se imaginarán porqué.

Una noche de esas, en las que te ataca el monstruo del armario, aquel que se lleva tus sueños y tus ganas de dormir y que no te deja más opción que convertirte en el internauta solitario, decidí ingresar a mi msn a muy áltas horas de la noche.

Cual fue mi sorpresa que me encontré con mi primito al otro lado de muchas selvas y caminos y ríos y mares. Ya me parecía especial mi primo, porque en algunas oportunidades me llenó de preguntas extrañas que hicieron temblar mi intuición. Llegué a pensar que el tipo estaba investigando por pura necedad, al ver que yo soy el único de sus primos de por acá que no estoy casado y con hijos. Así las cosas, me preguntaba cosas como estas: Estás casado? Tenés hijos? y porque? tenés novia? que te gusta hacer?

Cada vez que lo preguntaba, la duda atacaba mi maricometro, pues en ocasiones pensaba que se trataba de un hostigamiento de macho pelotero, así que siempre evadí sus preguntas con ideas locas y mejores comentarios.

Hasta hoy. Al otro lado de la conexión me invitó a abrir una llamada con cámara. Yo venía del gimnasio y no había tenido tiempo de bañarme, así que estaba sin camisa. Si expresión fue un enfático: "ayyyy". Yo no pensé nada hasta que repitió la expresión con una pregunta incluida:

- estás desnudo?

a lo que yo respondí:

- no, estoy con mis calzoncillos preferidos.

- enseñamelos.

- "inocentemente" bajé la cámara y le enseñé "mis calzoncillos"

Luego preguntó:

- de que color son? no los pude ver bien.

Ya para ese momento mi instinto animal había enviado miles de mensajes a mi cerebro y todos juntos regresaron a mi verga, así que había una "leve" diferencia de tamaño y por un momento sentí pena de volver a bajar la cámara.

- son azul claro, no los viste bien?

- no, me dejas verlos de nuevo?

Y así lo hice. Ante la insistencia, mi verga no aceptó indiferencias a su instantaneo crecimiento y se dejó ver cual extenso resplandor.

- Uyyyy, el tamaño es de familia! Quieres ver la mia?

El no dejó nada a la imaginación, pues la cámara capto tu tamaño y también su desnudez. Luego de varias frases infantiles y cómicas, decidimos mostrar un poco más de nuestra personalidad y al cabo de unos minutos más yo estaba totalmente desnudo frente a la cámara, viendo un cuerpo gloriosos en mi pantalla al otro lado de la línea.

Juegos y palabras, auto caricias y respiración cortada, completaron la escena para terminar con la explosión más tenáz que jamás haya sentido y todo en nombre de mi primo.

No puedo esperar al paseo familiar que he empezado a planear desde ya, porque si la cámara no mintió, yo quiero tener ese primo entre mis piernas.